La cirugía de apéndice laparoscópica es un procedimiento quirúrgico en el que se extirpa el apéndice inflamado o infectado utilizando una técnica mínimamente invasiva llamada laparoscopia. Se realizan pequeñas incisiones en el abdomen a través de las cuales se insertan instrumentos quirúrgicos y una cámara para guiar al cirujano durante la operación.

La cirugía de apéndice laparoscópica se recomienda en casos de apendicitis aguda, que es una inflamación del apéndice. La cirugía se realiza para prevenir la ruptura del apéndice, lo cual puede llevar a complicaciones graves como una infección abdominal.

La cirugía de apéndice laparoscópica ofrece varios beneficios en comparación con la cirugía abierta, incluyendo incisiones más pequeñas, menor dolor postoperatorio, una recuperación más rápida, menor riesgo de infección, menor tiempo de hospitalización y una mejor apariencia estética de las cicatrices.

La duración de la cirugía de apéndice laparoscópica puede variar según la complejidad del caso y la experiencia del cirujano. En general, el procedimiento suele durar entre 30 minutos y una hora.

La recuperación después de la cirugía de apéndice laparoscópica es generalmente más rápida en comparación con la cirugía abierta. La mayoría de los pacientes pueden regresar a sus actividades diarias normales en unos pocos días y reanudar actividades físicas más intensas en unas pocas semanas, dependiendo de la evolución individual.

Aunque la cirugía de apéndice laparoscópica es considerada segura, como cualquier procedimiento quirúrgico, existen riesgos potenciales. Estos pueden incluir infección, sangrado, lesiones en órganos cercanos, formación de abscesos, reacción a la anestesia y complicaciones relacionadas con la colocación de los instrumentos laparoscópicos. Sin embargo, es importante destacar que estos riesgos son generalmente bajos.