La cirugía de fractura es un procedimiento quirúrgico que se realiza para corregir una fractura ósea. Durante la cirugía, se realinean los fragmentos óseos y se utilizan placas, clavos, tornillos u otros dispositivos de fijación para mantener los fragmentos en su lugar mientras se curan.

Respuesta: La cirugía de fractura se necesita cuando una fractura no puede curarse adecuadamente sin intervención quirúrgica. Esto puede ocurrir en casos de fracturas graves, fracturas expuestas (donde el hueso sobresale a través de la piel) o fracturas que no se alinean correctamente por sí solas.

El tiempo de recuperación después de una cirugía de fractura varía según la gravedad de la fractura y el procedimiento realizado. En general, puede llevar varias semanas o incluso meses para que el hueso se cure por completo. Sin embargo, la rehabilitación y la recuperación funcional pueden llevar más tiempo.

Al igual que con cualquier procedimiento quirúrgico, existen riesgos potenciales asociados con la cirugía de fractura. Estos pueden incluir infección, sangrado, daño a los nervios o vasos sanguíneos cercanos, mala cicatrización del hueso, reacciones adversas a la anestesia y problemas respiratorios. Es importante discutir estos riesgos con el cirujano antes de someterse a la cirugía.

Sí, la fisioterapia es a menudo necesaria después de la cirugía de fractura. La fisioterapia ayuda a restaurar la fuerza, la movilidad y la función normal del hueso y los tejidos circundantes. Un fisioterapeuta puede diseñar un programa de ejercicios específico para ayudar en la rehabilitación y acelerar la recuperación.

En algunos casos, dependiendo de la naturaleza y gravedad de la fractura, es posible que se puedan considerar alternativas no quirúrgicas, como el uso de férulas, yesos o tracción. Sin embargo, estas alternativas dependen de la ubicación y características de la fractura, y es importante discutir las opciones con un especialista en ortopedia.