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La cirugía de próstata, específicamente para tratar la hiperplasia prostática benigna (HPB) o el cáncer de próstata, puede realizarse de diferentes maneras.

Procedimientos quirurgicos más comunes:

  • Resección transuretral de la próstata (RTUP): Es un procedimiento utilizado para tratar la HPB. Se realiza a través de la uretra sin incisiones externas. Se introduce un instrumento llamado resectoscopio a través de la uretra hasta la próstata. Luego, se utiliza una corriente eléctrica para extirpar o vaporizar el exceso de tejido prostático que está obstruyendo el flujo de orina. La RTUP generalmente requiere anestesia general o regional y se lleva a cabo en un hospital. Después de la cirugía, es posible que necesites un catéter durante uno o varios días para ayudar a drenar la orina.
  • Prostatectomía radical: Es una cirugía utilizada para tratar el cáncer de próstata. En este procedimiento, se extirpa completamente la próstata y los tejidos circundantes afectados. Dependiendo del caso, puede realizarse una prostatectomía abierta (a través de una incisión en el abdomen), una prostatectomía laparoscópica (a través de pequeñas incisiones utilizando una cámara y instrumentos quirúrgicos) o una prostatectomía robótica asistida (realizada por un cirujano utilizando un sistema robótico). La prostatectomía radical generalmente requiere anestesia general y puede llevar varias horas. La recuperación después de la cirugía puede variar, y es posible que necesites un catéter durante algunos días para drenar la orina.

Es importante destacar que cada paciente es único y la elección del procedimiento quirúrgico dependerá del diagnóstico, la gravedad del problema y las preferencias del paciente. Antes de someterse a una cirugía de próstata, es esencial discutir los detalles, riesgos y beneficios con un especialista urologo para tomar una decisión informada.

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